Dí largos paseos por el puente de Queensborough y medité melancólicamente sobre las aguas.
Volví a leer a Camus definiendo el suicidio como opción lógica en un mundo irracional.
En los andenes del Metro me colocaba siempre a pocos centímetros de las vías, y me balanceaba. Los lunes por la mañana miraba la botella de estricnina de mi botiquín.
Luke Rhinehart.
No hay comentarios:
Publicar un comentario