
Pienso que la mayor parte de nuestras penas son momentos de tensión, que a modo de parálisis experimentamos porque ya no percibimos el vivir de nuestros enajenados sentidos. Porque estamos solos con lo desconocido que ha entrado en nosotros; porque nos han quitado por un instante todo lo familiar y habitual; porque nos hallamos en medio de un tránsito donde no podemos permanecer. Es por eso que también la tristeza pasa; lo nuevo, lo agregado, ha entrado en nuestro corazón, ha ido a su cámara íntima, y ya tampoco está allí... se encuentra ya en la sangre. Y no llegamos a saber nunca lo que fue....
Rainer M. Rilke
No hay comentarios:
Publicar un comentario