
No quiere echarle nada en cara, pero no puede dormir por las noches; sabe bien que lo importuna con su amor y se imagina lo feliz que estará ahora sin ella pudiendo tomarse un respiro; sí, ha comprendido que le resulta pesada; y sabe también que es demasiado débil para cambiar su destino, siempre atravesado por multitud de mujeres; sí, lo sabe, no protesta, pero llora y no puede dormir...
Milan Kundera
No hay comentarios:
Publicar un comentario